Esto es similar a nuestra vida, hay pequeños “cacahuates” que amamos y que no nos dejan ser libres, pero al final el pecado mata (Romanos 6.23)
¿Cuáles pueden ser los cacahuates?
Puede ser: La mentira, el chisme, el hablar mal de otros, en los jóvenes y adultos mirar pornografía, en las señoritas, el dejar que las manoseen, etcEsos son los cacahuates, cosas malas que no podemos dejar.
Pero si realmente anhelas dejarlas, por que ya estás harto de esas cosas, debes arrepentirte. El arrepentimiento es un cambio en la mente, el cual también se nota en la manera de vivir. El arrepentimiento conlleva “Confesión”.
¿Por qué es necesario confesarlo?
La confesión expone el pecado, entonces el pecado es avergonzado y es más fácil dejarlo. Además de que cuentas con el apoyo de tus autoridades (pastor, líder, etc.) y esto ayuda aun más a abandonar tu mala manera de vivir. (Santiago 5.16)
Dios te libra de tus enemigos, no de tus amigos.
Si tu amas tu pecado, amas mentir, robar, etc. Realmente tu pecado no está siendo tu enemigo, si no tu aliado.
Primero: Debes detectar tus “cacahuates” y dejar de verlos como tus amigos.
Segundo: Debes acercarte a una autoridad de tu Centro Cristiano y pedirle ayuda, confesarle tus pecados (soltar los cacahuates), para que te aconsejen y puedan darte soluciones para dejar esas cosas que te están haciendo daño.
Tercero y más importante: Mantente en contacto con Dios (confiésale tu pecado), a través de la oración, y lee
Quien encubre su pecado jamás prospera;
Quien lo confiesa y lo deja, halla perdón. (Proverbios 28.13)
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